Eficiencia: Una tarea a la vez
En la actualidad nos encontramos en un nuevo proceso de adaptación a las exigencias del entorno en que vivimos, la inmediatez, cantidades inmensas de información, las exigencias laborales y el uso de la alta tecnología, no sólo en el trabajo, sino en nuestra vida cotidiana.
Esta inmediatez y la constante búsqueda de resultados rápidos de la época actual nos alejan de la verdadera eficiencia. En lugar de enfocarnos en procesos bien pensados y sostenibles, nos vemos atrapados en la urgencia y la superficialidad, comprometiendo la calidad, la profundidad de nuestros logros, y sobre todo nuestro bienestar.
Nuestro cerebro cuenta con la capacidad necesaria para adaptarse a los cambios, pero… ¿Cómo afrontamos el desafío de elegir entre los beneficios del estilo «slow» y la necesidad de adaptación al estilo multitarea?
A continuación, te comparto algunos tips para tener en cuenta:
1. Haz tu lista de prioridades. Escribamos una lista con las tareas que debemos realizar e ir cumpliendo cada una en orden de prioridad. Concluir una tarea antes de comenzar otra. (Se han realizado encuestas a personas que han obtenido grandes logros y todas empleaban algún tipo de lista de asuntos pendientes sencilla para controlar sus tareas, normalmente las iban tachando una vez que las concluían). Esto incluye decir que «no» a algunas tareas o ser creativo en aquellas que no pueden ser retrasadas. En esta lista incluye una «tarea» esencial para cada día, una que te haga sentir bien.
2. Establece un tiempo para todo. Asigna una cantidad de tiempo concreto a cada cosa que necesites hacer, repasa el programa diario, establece prioridades e identifica qué actividades te llevarán más tiempo. Con ello evitaras la fatiga mental, que te agobie la idea de que tienes cosas pendientes y te permitirá mantener la concentración en cada una de las cosas que hagas. Incluye un tiempo de recuperación, un «gap», si prevés que estas siendo demasiado «optimista» al asignar el tiempo.
3. Hacer un receso. Científicos de Harvard han demostrado que una meditación de 20 min o, si aun no eres meditador, una siesta de 20 min, ayuda a refrescar los caminos neuronales de la multitarea. Algo sencillo, tambien puede ser hacer 3 respiraciones profundas, inhalando por la nariz y soltando suave y lentamente, también por la nariz, estudios neuronales demuestran que este sencillo acto ayuda a tu cerebro a focalizar la atención y mejora los procesos cognitivos.
4. Hacer descansos frecuentes. Permanecer durante tres horas continúas prestando atención a una misma tarea es una empresa utópica, en algún momento operará alguna distracción. Pero cuando sabemos que existe «programado» un descanso próximo nos ayuda a concentrarnos y hacer mejor cualquier actividad. Lo deseable es al menos cada 50-60 min, hacer un descanso, durante el «descanso» es aconsejable caminar, hacer movimientos vigorosos con los brazos o algunos saltos, hacer una llamada por teléfono, en fin, algo distinto a la tarea que nos ocupa para refrescar la mente.
5. Alternar las tareas. Los neurocientíficos han demostrado que cambiar las tareas a lo largo del día reduce el estrés mental asociado a la multitarea. La idea es no pasar todo el día con la misma actividad, como hablar por teléfono o contestar cientos de mails, sino que conscientemente ir dedicándole un poco de tiempo a cada una.
6. Detenerse antes de seguir. Cuando necesites interrumpir una tarea, toma nota de en qué punto queda antes de pasar a otra cosa. Con ello ahorraras tiempo y reducirás la ansiedad cuando mas tarde reemprendas la tarea interrumpida.
7. Trabaja en un espacio ordenado. Cuando el lugar de trabajo está desordenado provoca tensión, ansiedad, aumenta el nivel de cortisol (hormona del estrés). Para evitarlo dedica un momento del día o de la semana exclusivamente para ordenar, archivar y tirar lo que ya no necesites.
8. Ocúpate de la necesidades de tu cuerpo: Reserva un tiempo para comer adecuadamente, respeta tu descanso nocturno y mantente hidratado. Por un instante utiliza tus sentidos, ¿Qué ves, qué oyes, qué hueles, que sensaciones sientes en el cuerpo en este preciso momento?
9. Sostén una buena conversación, dedica un momento a escuchar a otro, tener una buena conversación, puede alegrar nuestro día y hacernos sentir realmente bien, y un cerebro que se siente bien es un cerebro ágil y creativo.
10. Consultar a un profesional. Si prestar atención y seguir con una misma tarea te resulta realmente difícil tal vez debas acudir a la consulta con un profesional a los fines de descartar que estes transitando un episodio de déficit de atención o estamos afrontando una situación altamente estresante.