Mejora tu Bienestar: Tips probados por la Neurociencia
En la búsqueda de una vida más plena y satisfactoria, la neurociencia nos ofrece valiosas herramientas y estrategias respaldadas por la investigación para mejorar nuestro bienestar emocional, mental y físico. Y aunque necesitamos cubrir nuestras necesidades básicas, las condiciones externas solo pueden hacernos felices si tenemos una mente apacible. De lo contrario, el bienestar y la felicidad nos parecerán lejanas aunque las condiciones externas sean perfectas.
Te comparto estos tips avalados por la neurociencia, que cambian las conexiones de nuestro cerebro, nos ayudan a cultivar «otra manera» que promuevan una mayor felicidad y satisfacción en nuestras vidas. A mi me ha pasado que me he saturado con hacer, y ahora quiero vivir con el compromiso de disfrutar, de vivir y actuar desde el centro.
Recuerda que el bienestar es un viaje continuo, y cada pequeño paso que damos hacia una vida más saludable y equilibrada nos acerca más a nuestra mejor versión. Al igual que cuando aprendiste a conducir, primero fragmentaste cada parte para aprenderla, para mas tarde, cuando ya eres conductor, conduces de forma «global» integrándolo como un todo, esta es la propuesta, comienza de uno a uno de estos tips. Es un proceso, como preparar un «plato sabroso», comienzas con ir a comprar los ingredientes, y vas elaborando, hasta que finalmente está listo en la mesa.
A continuación, te presento algunas recomendaciones respaldadas por la ciencia:
1. Practica la Sonrisa La neurociencia ha demostrado que la simple acción de sonreír puede tener efectos positivos en nuestro estado de ánimo y bienestar. Incluso una sonrisa falsa puede activar ciertas regiones del cerebro asociadas con la felicidad y el placer. Practica la sonrisa de forma consciente, incluso en momentos difíciles, y observa cómo puede transformar tu estado de ánimo y el de los que te rodean. Cuando te levantes o te acuestes, y estés delante del espejo regálate tu mejor sonrisa.
2. Entrena tu olfato: Estudios recientes, demuestran que parece que existe una relación entre el estado mental y la olfacción. En un experimento pidieron a personas mayores que olieran por la mañana y por la noche, respectivamente, cuatro aromas. Tras cinco meses, la nariz de los participantes no solo se volvió más sensible, sino que también su estado anímico había mejorado de manera destacable. Elije tus aromas, y disfruta de los olores mejorando tu estado mental.
3. Prioriza el Descanso: El sueño juega un papel fundamental en nuestro bienestar físico y mental. La falta de sueño puede afectar negativamente nuestra cognición, estado de ánimo y salud en general. La neurociencia nos enseña la importancia de priorizar el sueño y establece tus rutinas de descanso, y de calma en las horas que preceden el momento de irte a dormir. Y tomando el tip anterior, puedes añadir una gota de «aceite esencial de lavanda» en tu almohada. Imagínate que los estudios demuestran que tus músculos se fortalecen, no es cuando haces el ejercicio, sino en el reposo, en el descanso.
4. Entrena tu respiración nasal: La respiración es una función cerebral de la que depende esencialmente nuestra vida, y mas allá de ello la respiración con inspiración por la nariz, soltando lenta y suavemente por la nariz, armoniza el funcionamiento de nuestro cerebro, la lentitud respirando mejora la memoria , la amigdala baja su acividad cuando exhalo y las funciones cognitivas, cuanto mejor es nuestro estado mental mejor es nuestro bienestar. La respiración lenta y controlada se ha utilizado durante siglos para promover la calma mental y se utiliza clínicamente para suprimir la excitación excesiva, como los ataques de pánico.
5. Practica la Gratitud: Estudios han demostrado que practicar la gratitud regularmente puede tener un impacto significativo en nuestro bienestar emocional. Mantener un diario de gratitud o simplemente tomar unos minutos cada día para reflexionar sobre las cosas por las que estamos agradecidos puede ayudarnos a reducir el estrés, mejorar nuestro estado de ánimo y fortalecer nuestras relaciones interpersonales. La gratitud de lo pequeño, un «gracias» simplemente…porque esta mañana miraste al cielo, y el cielo estaba ahí, con su color, con su luz, con las nubes …
5. Practica el Autocuidado: La investigación en neurociencia ha demostrado que el autocuidado es fundamental para el bienestar. Con un gesto de autocuidado, tu cerebro toma nota de que «tu eres importante» . Puedes incluir actividades que te traigan satisfacción, como la práctica regular de ejercicio físico o un simple paseo, una alimentación saludable o tomar una jugosa fruta, un baño o una lectura o no hacer nada… elegir hacer algo de lo que disfrutes cada día como un ritual. Priorizar el autocuidado consciente nos ayuda a fortalecer nuestro sistema nervioso y a mejorar nuestra capacidad para manejar el estrés y las emociones difíciles.
6. Mantén tus relaciones Sociales: ¡No subestimes el poder de pasar tiempo con amigos y familiares! La ciencia ha comprobado que compartir momentos con personas queridas nos hace sentir mejor. ¿Por qué no organizar una salida con amigos, una comida familiar o tomar un café con alguien cercano? Cultivar relaciones significativas te ayudará a sentirte más feliz y apoyado en tu día a día. Construir redes de apoyo, disfrutando los buenos momentos y sosteniéndonos en las dificultades.
7. Entrénate en como quieres sentirte:
Tus respuestas negativas pasadas no necesariamente tienen que ser como tus respuestas futuras. Entrenarte en recordar y revivir los buenos momentos, activar en tu mente las redes de neuronas que tienen que ver con sentirte bien de manera que esta más activas para la resolución de problemas.
8. Practica la Atención Plena: La atención plena, o mindfulness, es una práctica que nos ayuda a estar presentes en el momento presente, enfocando la atención. La neurociencia ha demostrado que la atención plena puede reducir el estrés, mejorar la concentración y promover una mayor satisfacción con la vida. Dedica tiempo cada día a practicar la atención plena a través de técnicas como la meditación, la respiración nasal consciente o simplemente prestando atención a tus experiencias diarias con una actitud de apertura y aceptación. En este momento con estas circunstancias hago, hago con lo que hay.
Conclusión:
La neurociencia nos ofrece una comprensión más profunda de cómo podemos mejorar nuestro bienestar y calidad de vida. Al incorporar estos tips probados en nuestra rutina diaria, podemos cultivar hábitos que promuevan una mayor felicidad, satisfacción y resiliencia en todas las áreas de nuestras vidas.